Una gran noticia y motivo de orgullo fue el Oscar que recibió G.
Iñarritu como mejor director por su película Birdman, una
película atrevida y muy bien lograda según los críticos
y que gano además los premios a mejor guión,
mejor fotografía (Emmanuel Lubezki) y mejor película. El cine
mexicano o al menos los directores mexicanos parecen estar revolucionando el séptimo
arte en Hollywood.
El clima de la celebración tomo un aire político
cuando casi al finalizar el discurso de agradecimiento por el premio a mejor
película el director mexicano dedico algunas palabras para sus
compatriotas dentro y fuera de México:
"Quiero
dedicarle este premio a mis compatriotas en México, ruego para que podamos encontrar y tener el gobierno
que nos merecemos, a
la generación de
inmigrantes que están
viviendo en este país,
para que puedan ser tratados con el mismo respeto y dignidad que la gente que
llegó antes y que ayudo a construir esta
hermosa nación de inmigrantes”.
El atrevimiento de Iñarritu
es de admirar y es que el hablar de problemas políticos seguramente no agrado para nada a los altos niveles
sociales ya que este tipo de mensajes causan incomodidad, causa controversia
pero también causa reflexión.
El presidente EPN así
como el partido PRI mandaron mensajes al director en redes sociales:
EPN
“Alejandro González Iñarritu, qué merecido reconocimiento a tu
trabajo, entrega y talento. ¡Felicidades!
México lo celebra
junto contigo”.
PRI
“Coincidiendo en el orgullo
mexicano, es un hecho que más
que merecerlo, estamos construyendo un mejor Gobierno. Felicidades González Iñarritu”.
Es una realidad que existe una situación de conflicto profunda y complicada en el país mexicano, problemas políticos, de ley, así como problemas serios en los
sectores sociales más
importantes como seguridad, salud y educación acompañados
de un desinterés y apatía por parte de la sociedad y
gobierno tienen al país en
la misma situación de un
barco que se hunde (como decía
Carlos Fuentes) y que pide ayuda a gritos desesperados pero no escuchados.
Al parecer existen figuras publicas importantes que voltean a
ver la situación que vive
el país, y que si escuchan
estos gritos que claman por justicia y paz, lo de Iñarritu debe servir como un motivador social, el mensaje de
que el pueblo merece un gobierno justo y diferente, lejos de injusticia y
corrupción, un gobierno
que vea por el interés
social y colectivo y que realmente haga lo que tiene que hacer, en pocas
palabras:
Un gobierno, que si merecemos…














